Son personas naturales o jurídicas, independientes de las Compañías de Seguros, que tienen como objetivo asesorar a las personas que deseen asegurarse por su intermedio, ofreciéndoles determinadas coberturas de acuerdo a sus requerimientos.
Adicionalmente, también deben informar al asegurado sobre las condiciones del contrato y sus posibles modificaciones, asistirlo durante su vigencia y al momento de producido un siniestro y remitir al asegurado la póliza correspondiente.
Además, deben verificar la identidad de los asegurados, la existencia y ubicación de los bienes asegurables, entregar a la compañía la información que posean sobre el riesgo propuesto y remitir a la compañía, las primas y documentos que reciban por las pólizas que intermedien.
Los corredores de seguro deben inscribirse en los registros que lleva la CMF para este efecto -corredores personas jurídicas o corredores personas naturales- y cumplir con los requisitos exigidos por la normativa vigente.